Puedo decir algunas cosas buenas de la peli: la fotografía está bien, el vestuario se nota que está hecho con pasta... Y basta. Porque Alatriste es un coñazo increíble.
Suscribo todo lo dicho por Blaski en su blog: (http://norrishopewell.blogspot.com/2006/09/alarollo.html).

Viggo Mortensen, por muy buen actor que sea, no habla castellano de manera creíble (se le van las "s" más que a Marianito Rajoy) y te pasas la peli diciendo: "este tío no es español, este tío no es español". Cagada en el casting.
El guión: inconexo, absurdo e incomprensible. Es lo que pasa cuando juntas cinco novelas en una. Me recordaba a alguna de la películas malas de James Bond, que encadenan secuencias más o menos al azar. En Alatriste te podías imaginar al guionista, que también ejerce de director, diciendo "Minuto 22:34, ahora toca una pelea de espadachines. Minuto 36:43, una escena de amor para compensar."
Además, la película va desde 1622 hasra 1643, lo cual supone que a lo largo de 21 años, LOS PERSONAJES TIENEN QUE EVOLUCIONAR POR COJONES. Y nada, oye. Los buenos, buenos, y los malos, malos. Las relaciones amorosas (que hay dos), son un toma y daca que al espectador le importa tres pimientos porque no conoce a los personajes lo suficiente.
El montaje, terrible. Me había aprendido el nombre del montador para mencionarlo, pero se me ha olvidado. Lo miro, espérate, porque se lo merece. JOSÉ SALCEDO. Qué sinvergüenza. Que lo procesen por terrorismo por favor.
Secuencias de dos minutos de gente caminando por la playa, ahí te pudras en tu asiento, espectador, y secuencias de cuatro segundos, cuatro, en lo que aparecen unos tíos y se llevan a alguien en nombre de la Santa Inquisición (hay varias mini-escenas de éstas, así para sorprender). Secuencias metidas a capón, sin motivo, sin interés, sin continuidad.
Los actores tampoco me parecieron para tanto (Blaski los defiende). A mí Noriega me sigue pareciendo un actor muy flojo. Ni siquiera pone su culo en el anuncio de Schweppes. Javier Cámara no me lo creo como el Conde-Duque de Olivares. Me gustaron en cambio los soldados asquerosos, como el portugués o el andaluz, o el espadachín italiano.
Ah, y no sé si alguien se ha fijado pero en muchos planos... LA CÁMARA TIEMBLA! ¿Tenía Parkinson el operador de la steadicam? ¿Le acojonaba estar cerca de Viggo Mortensen? ¿Estaba de resaca? Siento decirlo, pero eso jamás lo he visto en una película yanki.
Otro error increíble, éste del productor, que como aspirante a ello es el que más me escuece con diferencia: ¿cómo se puede ser tan miope, dios mío, cómo se puede tener una visión comercial tan estrecha, cómo se puede ser tan GILIPOLLAS señor, como para juntar las cinco novelas en dos horas y cuarto en una sola película? ¿No sería más lógico contar una o dos novelas y dejar abierta la posibilidad de hacer una secuela? ¿O aún mejor, dos secuelas?
Ah, y no olvidési de ir a El Corte Inglés a por los muñecos de la peli. No existen. Ni camisetas, posters, réplicas del sable del protagonista... Nada, para qué. Productores españoles: ¿quién dijo márketing?
Pérez Reverte siempre se queja de que este es un país de hijoputas, inútiles y demás. Esta peli está hecha por ese tipo de gente. Qué país, señor.
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