Sayonara, Stan

Leo en el periódico de hoy que el pasado domingo murió Stan Winston, maestro de los efectos especiales y el maquillaje en múltiples clásicos de los 80 y los 90. Él fue, por ejemplo, el responsable del diseño del terminator, de darle vida a los dinosaurios de Jurassic Park, de crear las manos de Eduardo Manostijeras, de montar un bicho de cuatro metros de alto que se convirtió en la reina Alien, del traje de Predator y, últimamente, del diseño de la armadura de Iron Man.
Escenas como el estornudo del brachiosaurus sobre la niña repelente en JP, la batalla final de Aliens o aquella en la que Schwarzenegger se abría el brazo en canal y dejaba al desnudo su esqueleto mecánico salieron de las manos de este genio bajito y feucho llamado Stan Winston.

Tremenda la labor de Stan, no sólo en los 80, donde los efectos mecánicos eran los reyes, sino a partir de Terminator 2 y Jurassic Park con la tecnología digital de por medio, gracias a la cual supo confundir a la gente hasta el punto de que todavía hoy resulta difícil determinar qué plano es digital y en cual sale una marioneta de Stan.
Más aún, yo diría que el gran error del inefable George Lucas ha sido olvidarse completamente del mundo de Stan y lanzarse en los brazos del pixel mágico que muchas veces no aporta nada.
Gracias Stan, nuestra infancia no habría sido la misma sin ti.

1 comentarios:

Hopewell said...

Se ha ido un grande...
(Por cierto, que momentos aquellos en el curso de efectos especiales, cuántas películas destrozadas, cuántos engaños descubiertos, cuál fue nuestra cara al descubrir que en la mina de El Templo Maldito había más muñecos que Harrison Ford...)