Las islas afortunadas? Venga ya...

Fin de semana largo en Canarias. Hacía tiempo que la idea me rondaba la cabeza, y con el fausto motivo del Congreso de Farmacología allá fuimos.
Personalmente sólo tenía un objetivo en Canarias: tumbarme al sol.
El plan era atacar por Lanzarote en plan relax, hotel cinco estrellas, coche de alquiler, restaurantes guapos... a tutiplén, vamos. Y resultó que Lanzarote estaba bien, con sus volcanes, sus pueblos insignificantes (excluyendo la capital, Arrecife, qué antro, qué lugar de toxicómanos, no vayáis por el amor de dios!!!), sus papas arrugás y sus caipirinhas (ejem, ejem). Pero no salió el sol, y por tanto no fui a la playa.
No me importó. Mientras devoraba "Amenaza bajo el mar", una de Dirk Pitt, me decía "en Tenerife no voy a salir de la playa".

Pero oh campos de soledad, oh mustios collados, que en Tenerife no estaba nublado, sino que nos chupamos le peor temporal del año (véase foto). Pude bajar un día a la playa de arena negra, donde me bañé más por orgullo y obligación moral que por ganas propiamente hablando.
Además, en Tenerife estuvimos en un pueblo llamado Puerto de la Cruz, que viene siendo un rollo Benidorm pero sin la playa enorme. Hoteles cutres, calles sucias... sospecho que ciudades sudamericanas como El Salvador no deben ser mucho peores...
La mejor parte, sin duda, el restaurante Casa Lucas. Comida en plan nuevo pero con raciones decentes y platos muy logrados que no soy capaz de repetir.
Me queda por ver La Gomera, La Palma, El Hierro y Gran Canaria. Pero sigo prefiriendo mi Menorca natal (aunque no sea natal, pero casi).

1 comentarios:

Hopewell said...

Y mientras tanto, Giordino encubría el crimen....
mira que eres bestia en alguna de tus frases....
Y además, ya sabes qué fue lo mejor que exportó Canarias: "sierra la puerta, ven y siéntate serca...." you know.