
Últimamente se ha montado mucho follón con el tema del Tíbet. Honestamente, desconozco los pormenores del rollo, aunque sí tengo claro que el Dalai Lama, como todos los líderes religiosos, tiene también sus esqueletos en el armario. Así que tampoco venga de hare-krisna, que no somos tan gilipollas.
El caso es que se está pidiendo el boicot a los juegos olímpicos de este verano. A mí, honestamente, ni me va, ni me viene. Por un lado, porque con la diferencia horaria me da que en Europa y en EE. UU. no vamos a ver una mierda. Y por el otro, porque el boicot se tenía que haber hecho cuando los chinos presentaron su candidatura en el COI, cuando ya se pasaban los derechos humanos por el forro de su amarillo escroto, y no ahora que está todo el gasto hecho.
Y por último, pequeño detalle, recordemos lo que pasó con Jack Bauer y los chinos en la quinta temporada de 24. Como para no tenerles tirria...
2 comentarios:
Está bien... Veré la quinta temporada de 24...
Acabo de bajármela enterita... Para prepararme para odiar a los chinos antes de las olimpiadas.
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