Me vienen bien las palabras de Henry, porque el finde pasado estuve de visita en Barcelona, ciudad para mí bastante más desconocida de lo que debería. Y digo esto porque soy un 25% catalán. Entiendo su lengua, me muero por unas mongetes con butifarra y, cuando puedo, me voy unos días a la Vall de Camprodon. Es más, mi abuela fue de las que se comió las bombas que repartió el amigo Franco en el 38.
Así que me siento un poco en deuda con Barcelona.
Total, que me pasé casi 72 horas allí, y pude ver cómo está la ciudad hoy, diecisiete años más tarde de los Juegos Olímpicos que la pusieron en el mapa de las grandes ciudades europeas -por cierto, con Milán y Munich, posiblemente las únicas grandes ciudades europeas que no son capital-.
Y la verdad es que vi a Barcelona muy desmejorada. Mejor dicho, vi una Barcelona como una actriz decrépita, con varias capas de maquillaje. Una, acaso su rostro original, viviendas de los cincuenta y sesenta en pleno centro de la ciudad, como la que se ve en la foto, sacada en la calle Entença. a pocos metros de la Diagonal. La segunda, el lavado de cara que le hicieron a la ciudad para los JJOO, y que incluye la villa olímpica, el estadio de Montjuic y una mayor apertura hacia el mar. La tercera y última, la que le aplicaron en 2004 a raíz de ese Forum de culturas que nadie sabe muy bien qué es lo que fue. Esta última capa se puede ver en la llamada "diagonal mar", que no es más que una zona de negocios cortapegada en un antiguo arrabal barcelonés.
Por lo demás, la Barcelona histórica sigue en su sitio: las Ramblas tan llenas de sabor como de mierda -quizás en este caso aplica la propiedad asociativa-, la plaza de Cataluña, Gràcia... Quizás la zona con más interés ahora es El Borne, un equivalente a la Malasaña madrileña, llena de bares y tiendas de diseño.
Honestamente, me dio la sensación de que Barcelona se ha quedado anclada en los 90. La vi con necesidad de, más que de una mano de pintura, un remake. O, por seguir con el símil, más que otra capa de pote, pide a gritos una operación de estética. Un poco como lo que hizo el barón Haussmann en el París del siglo XIX o, salvando las distancias, el amigo Gallardón en Madrid.
Luego está el tema del nacionalismo. Si alguien me pregunta si creo que Cataluña es nacionalista, mi respuesta es que son nacionalistas con perspectiva. Es decir, saben dónde están los límites de lo razonable y, salvo una minoría exaltada, no tienen ninguna intención de hacer una kosovada. Eso sí, hay pueblos de la Cataluña profunda donde el español -castellano para ellos- no se habla. Pero bueno, no es ruso, así que con un poco de buena voluntad, se puede llegar rápido a una entente cordiale.
Ahora bien, si se me pregunta si es Barcelona nacionalista, mi respuesta es un rotundo no. Independientemente de lo que diga la Generalitat, bastante venida a menos por cierto desde que el honorable Jordi Pujol colgó las botas, no noto un sentimiento separatista en el pueblo barcelonés. Ni siquiera una conciencia nacional. En 72 horas, hasta tres personas en contextos distintos me vinieron a decir que estaban hartos de que les impusieran el catalán en su vida diaria. Incluso me explicaron el caso de un cirujano, súper cualificado, formado en EE. UU. y toda la pesca, que fue desechado por no aprobar el examen de catalán. Como si hiciera falta conocer las hazañas (¿?) de Companys para manejar el bisturí.
Y pese a todo, sigo en deuda con Barcelona. Me preguntaron si me importaría en un momento dado irme a vivir allí, y la verdad es que me parece un plan tentador. Podría aprender el catalán -voluntariamente, eso sí- y comer mongetes hasta reventar. Ja ho veurem, que dicen por allí.
6 comentarios:
Ni catalán ni Barcelona ni leches. Tu vuelvete a los madriles que por aquí se te echa de menos.
Coño.
Ni catalán ni Barcelona ni leches. Tu vuelvete a los madriles que por aquí se te echa de menos.
Coño.
Me encanta tu visión de mi tierra. Pero en serio, deberías irte a currar allí un par de años y ya verías lo anecdótico que es que no te contraten porque tu nivel de catalán no es "C". O lo que mola que te multen porque la secretaria de la división en Barcelona de Publinor ha contestado el teléfono en castellano y porque, además, el letrero de la puerta pone "Publinor: agencia de publicidad" y no "Publinort: Agència de publicitat".
Por suerte, que yo sepa, aún no tienes hijos, porque si no te ibas a descojonar cuando empezaran con el lavado de cerebro de los "paisos catalans" y toda la pesca desde más o menos los 3 ó 4 años... Lo mismo te deja de parecer todo tan entrañable.
Pero oye, en una cosa tienes razón. Los nacionalistas exaltados y descerebrados no son muchos. Lástima que están colocados en lugares estratégicos para dar mucho por culo.
Siento el rollo que he soltado, pero, como has comprobado, mi corazoncito catalán ha saltado como un resorte imparable.
Ya habeis visto que listos mis paisanos. Donde jamás de los jamases ha habido el más minimo sentimiento nacionalista y no digamos independentista o soberanista, han mandado a mudar al beenega. Bien hecho! Ya estaban jodiendo demasiado con la mania de gallego para todos y solo gallego! Y que gallego! Mas bien parece castellano mal hablado. El gallego rural es el de verdad: primitivo, superlimitado por falta de evolución natural, ininteligible...
Yo como soy de Asturias me rio del bable, al que la mayoría nunca apoyó.Debemos de ser mas listos.Los que quisieron montar el negocio editorial estarán que muerden.Castellano,Inglés, Francés, Ruso, Chino....Nos resultarian en estos tiempos más útiles para conseguir un empleo.De momento espero que Pachi y Nuñez Feijóo hagan un poco de limpieza a tanta estupidez.
Que me digas que el trailer de agora te recuerda al de Master y Commander me escama, teniendo en cuenta que el trailer de Master y Commander lo tenemos en la lista de peores trailers de la historia...
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