
De camino hacia el campo, me dijeron que en realidad no era fútbol normal, ni tampoco fútbol siete, y como en este país no juegan jamás a futbito, yo ya no estaba muy seguro de a qué íbamos a jugar. La respuesta es "Urban Football", una modalidad que se han inventado y que se juega en un terreno de hierba artificial del tamaño de una pista de tenis, cinco contra cinco.
Las novedades: no hay fuera de banda ni corners y sobre todo está prohibido entrar en el área (o salir, para los porteros) so pena de penalti. Esta última regla me parece un poco desmesurada, y de hecho más adelante casi nos costó eliminación, cuando nuestro portero -el que se la ponía en ese momento, en realidad- osó sobrepasar con un pie la línea de cal al despejar un balón.
La cosa estaba bien montada, a lo grande. Patrocinado por Nike, había siete campos al aire libre y uno cubierto. Cada terreno tenía el nombre de un estadio -nosotros jugamos en el Bernabéu y el Camp Nou- y cada taquilla de la ropa tenía el nombre de un jugador patrocinado por Nike. Como la de Cantona estaba cogida, me conformé con la taquilla de Luis Figo. Nike estaba presente por todos lados: en los balones, en el uniforme de los árbitros, en los petos (chasubles en francés) y hasta en la ropa de las masajistas.
Además de Nike, Powerade, Konami con su ProEvolution y Alfa Romeo también paseaban sus logos y productos por el evento.
Me gustaría ver el rendimiento que le saca Nike a este evento. No sé cuánta sería la inversión, pero por el grado de detalle y el nivel de la organización -más los 35 euros que costaba la inscripción par tête-, yo apostaría a que se han dejado 100K euros tranquilamente. Y todo eso, para 200 tíos que estábamos ahí, no sé si no se me hace demasiado. Sirva el boca a oreja de este post para contribuir a amortizar la inversión de Nike, y que sigan montando saraos de estos for the love of the game de cuando en cuando.
2 comentarios:
He visto a Cantona en una pelicula francesa que se llama en castellano "La fortuna de vivir" y no lo hace mal.
Un evento así no necesita mirar ROIs ni amortización, como decía Umberto Eco, "en el nombre del branding".
pd. No quiero pasar por alto el pequeño detalle de "las masajistas", tan necesario como relevante y poco valorado.
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