De ésta voy al infierno de cabeza

Hoy me voy a despachar agusto. Y es que, queridos amigos, no podía dejar pasar este fin de semana sin referirme al evento del momento. No, no es la final del Mundial, ni el partido de Nadal, ni mucho menos el estreno de Superman returns para el cual mi infatigable Blaski y yo ya tenemos entradas en la sala 25 de Kinépolis. Nada de eso. Hoy voy a hablar de su Santidad. Con un par.
Primero, quiero dejar por escrito que respeto las creencias de cada cual, ya sean en un hippie judío clavado a una cruz, en la Fuerza, en Karl Marx o en un austriaco con bigotín cuyo verdadero apellido era Schikelgruber (ahí os he pillado eh?). Eso, por delante.
Ayer estaba en casa y me puse a zapear por la tele en busca de algún anuncio cachondo que comentar. Y cuál fue mi sorpresa cuando en La 2 y en Telemadrid estaban retransmitiendo, como si del partido de los sbábados se tratase, exactamente lo mismo: la visita del Papa Ratzinger a Valencia.
Personalmente, me parece un tema patético. Y no voy a criticar a las autoridades eclesiales, desde fanáticos integristas a devotos pederastas, ni tampoco voy a criticar al propio Ratzinger, que desde luego ha demostrado en Star Wars que lo suyo es el mundo del celuloide. Por no criticar, tampoco voy a criticar al inefable Mariano Rajoy, que una vez más hizo el ridículo más espantoso poniéndose una gorra a favor de la familia. No.
Mi crítica se basa en un artículo (el Chucho sabrá deciros cuál) de la Constitución española que dice que "España es un estado de derecho aconfesional". A ver, otra vez: "España es un estado de derecho aconfesional". ACONFESIONAL. Y lo que me jode de todo esto es que las instituciones públicas, que pagamos todos con nuestros impuestos, estén presentes en este evento propagandístico y absolutamente retrógrado. Y aquí, fíjate qué cosas, salvo a ZP, que con mucha educación no acudió a nosequé misa porque, independientemente de que él crea o no crea en lo que sea, los españoles no le pagamos por hacerlo. Y, oh sorpresa, mira tú quiénes sí que estaban: si son sus majestades el Rey que sacó la plaza por oposición y su mujer la que vive en Londres! Eso sí que es representar a Essssspaña! Besarle la mano a la máxima autoridad de la Iglesia católica es someter a todo un país a una creencia religiosa. Y eso me parece vergonzoso e imperdonable. Con lo listos que habéis sido para colocaros en el trono contra todo pronóstico, y lo difícil que se lo estáis poniendo a Felipín para que siga chupando del bote...
Por no hablar de la gente que estaba allí. Gente del Opus, de los Legionarios de Cristo... ¿¿¿pero esto qué es??? Luego nos asustamos cuando vemos a millones de peregrinos rezándole a Alá en La Meca. Cosas veredes, que dijo Mío Cid.
Y esto me lleva al motivo aparente de la visita papal: la defensa de la familia. Pero eso sí, de la familia tradicional, con papá, mamá y los nenes. Ay, ahora que caigo, lo siento Mam, pero tú también te vienes al infierno por madre soltera, impía y roja.
Y después de mi fin de semana pasado, que incluyó fiestas en favor de los gays (entre los cuales no me incluyo) en Chueca, y viendo el ambiente de respeto, tolerancia y alegría que allí se respiraba, me pregunto: ¿por qué los reyes de España no estaban allí? ¿Acaso los gays pagan menos impuestos que los de las gorritas amarillas?
De verdad que me hierve la sangre con estas cosas. y ya no digo que esté a favor de una desamortización como la que hizo Mendizábal primero y Madoz después (que vinieron fenomenal), pero sí que desde luego que creo que se tenían que cortar las ayudas estatales a la Iglesia católica. Pero ya, vamos. ¿No es acaso la Iglesia católica una organización privada, dueña además de su propio Estado, el más rico del mundo por cierto? Si tienen problemas de pasta, que vendan sus propiedades, que cobren 10€ por escuchar misa (a ver cuánta gente estaría dispuesta a ir entonces) o que busquen nuevas fuentes de negocio. Desde aquí, como experto en el tema, os regalo una idea: yo haría merchandising del Vaticano, con productos como la figura de acción de Benedicto XVI, la camiseta "Escrivá forever" o pulsera de espinas al estilo Brian.
Y para cerrar este articulito, que espero genere un poquito de debate, recordaré unas líneas de lo que decía un tal John Lennon en un tema llamado Imagine:
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...