Una peli de juguetes, según Michael Bay

Hoy he ido a ver uno de los pocos blockbusters del verano que me quedan por ver. Después de las decepciones de Spiderman 3 (floja), Shrek 3 (aburrida) y Piratas 3 (insoportable, de esta he decidido ni hacer un post), me quedaba Transformers.

Vaya por delante que yo nunca jugué con los Transformers. Siempre me pareció una idea un poco tonta, eso de los robots que se convierten en coches. Y me lo sigue pareciendo.
Pero la fui a ver por dos simples palabras: Michael Bay. Sin duda, el mejor director de cine de acción actual, para mi gusto por encima de otros muy buenos como James Cameron o el mismo Tarantino.

La peli es tontorrona a más no poder. Robots buenos y robots malos se dan hostias hasta en el cielo de la boca para quedarse con una caja que nadie termina de entender muy bien para qué coño sirve.

Ahora es cuando entra el factor Michael Bay en escena. Lo que en principio eran unos robots de plastiquillo de colores made in Vietnam, Bay lo transforma en unas máquinas gigantes que se mueven de manera espectacular.
Sin llegar al nivel de otras secuencias de acción del propio Michael Bay (ahora mismo me viene a la cabeza la persecución por la autovía de Dos policías rebeldes 2), lo cierto es que en todo momento consigue que te creas que esos robots reparten estopa. Y mucha.
Quizás echo un poco de menos la tradicional limpieza de la acción de Bay, con pocos elementos, alguna cámara lenta y el uso del silencio como elemento de la acción. El caso es que en Transformers, entre las mutaciones de los bichos y la cantidad de máquinas que hay en pantalla al mismo tiempo, hay momentos en que te quedas en la butaca intentando descubrir si el robot que se está comiendo hostias como panes es de los buenos o de los malos.

Aunque, sorprendentemente, lo que más me ha gustado de la película es su primera mitad, en la que se presentan los "personajes". Especialmente buena me parece todo el rollo entre el coche nuevo del protagonista y las canciones en la radio, y sobre todo la secuencia en casa de los padres del prota, con los Transformers camuflados en el jardín. Genial.

Los efectos especiales, de ILM (Star Wars, Regreso al futuro, Parque Jurásico), a la que la gente parecía descartar tras el auge de Weta
(El señor de los anillos) son sencillamente los mejores del verano. También es cierto que ILM ha sido responsable de los peores efectos del verano, en esas batallas de Piratas del Caribe 3 que (igual que las de la dos) parecen sacadas de un videojuego de 1998. Se ve que en esa peli tenían a los becarios trabajando. O estaban todos borrachos. No sé.

Y ojito al chaval protagonista, Shia La Beouf, cuyo lado cómico me ha gustado mucho (consigue no ser un adolescente-incordio como el de, por ejemplo, La jungla 4) y que está en pleno rodaje de su papel como hijo de Indy en el nuevo capítulo de las aventuras del doctor Jones.

En definitiva, un película de acción muy entretenida. Yo desde luego no podía esperar menos de Michael Bay.

Próxima peli de juguetes en el horizonte: los Masters del Universo. Y de esos sí que soy fan incondicional. Así que no seré tan benevolente con su adaptación al cine.

1 comentarios:

Anonymous said...

A mí me produjo una sensación muy parecida a cuando fui a ver Independence Day. Visualmente acojonante y... ya.

Excepto John Turturro, que tiene un papel de los que le molan a Santiago Segura, John Malkovic y Jeremy Irons (es decir salir poco en pantalla y divertirse mucho), en esta peli no se salva ni los que actuan de extras.

Por no mencionar el guión o los diálogos: No existen. Para qué si vamos a llenar la pantalla de leches.

Esperaremos a Indy a ver si Spielberg le saca algo más al chaval este...