Kindle: por un puñado de libros

Un poco porque desde pequeñito me pusieron delante de un libro, un poco por imitación de mis role-models favoritos, el caso es que desde siempre he leído libros. De hecho, leo bastante. Como se puede ver en la columna de la izquierda, llevo 26 libros leídos en lo que va de año, que no está mal. Desde hacía una temporada venía dándole vueltas a dos problemas que empezaban a resultar urgentes: uno, la cantidad de espacio que me consumen en casa todas esas páginas impresas. Y dos, la cantidad de -otra vez- espacio y peso que ocupaban los libros cada vez que cogía un avión (a sabiendas de que raramente facturo equipaje). 


Así que, ante el -insistente- ofrecimiento de la misma persona que desde pequeñito me puso delante de un libro, me lancé al mundo del libro electrónico. 


Descartada la opción iPad -que me sigue pareciendo una beta de algo bueno-, el elegido, más que nada por el catálogo de libros disponibles, fue el Kindle de Amazon. Lo pedí a EE. UU., y en 10 días lo tuve en casa. Viene en una caja de cartón de su tamaño, con un pequeño manual y un cable USB para cargarlo. 
Vaya por delante que no creo que los e-books vayan a sustituir a los "books". Pero sí que sustituirán al 80% de los libros, que son todos aquellos que sólo se lee una vez en la vida, y una vez consumidos pasan a acumular polvo en una librería.


Total, que después de conectarlo a mi wifi y dar de alta el bicho, eché un vistazo a la tienda de e-books en Amazon hasta que encontré un candidato a precio razonable: Adland, Searching for the Meaning of Life on a Branded Planet, de James P. Othmer. 
Vaya por delante mi decepción al comprobar que el precio de los libros electrónicos es igual o superior al de las copias en papel. He visto a gente del mundo editorial explicar que el ahorro en papel se va en costes de edición gráfica, programación, etc. pero me parece, como diría un yanqui, bullshit. Espero que al final la competencia (y la piratería) haga bajar los precios de los libros electrónicos. 


Por mi parte, hice una comparativa entre los sitios amazon.com y amazon.co.uk basándome en las novelas de Clive Cussler, y resultó que en el sitio global eran más caras. Pero mucho más. Así que envié un email de protesta a Amazon, que me respondieron casi inmediatamente hablándome de las fluctuaciones de los tipos de cambio y nosequé otras paridas. En fin.
Total, que una vez descargado el libro (en apenas 30 segundos), me puse a leer. La pantalla es del tamaño de un libro de bolsillo, y el bicho se puede sujetar con una mano, sin que -como pasa con los libros de papel- se te escape la página doblada y te salga el libro volando. Se pueden subrayar pasajes -lo cual en los libros de papel implica tener un lápiz => engorro), tomar notas, mirar el significado de las palabras en un diccionario e incluso compartir pasajes enteros en Facebook y Twitter. Además, se puede leer en horizontal, en vertical y aumentar o reducir el tamaño de letra e incluso cambiar la tipografía. La tecnología que utiliza no cansa los ojos, aunque hace un efecto un poco extraño al pasar de página.


El problema llegó cuando me lo llevé de viaje. A falta de comprar una funda -no quería que hiciera aumentar el volumen del Kindle-, lo metí en la funda del portátil y a su vez en la maleta. Al llegar a mi destino, la pantalla tenía unas líneas extrañas. Intenté reiniciarla como decían en los foros de internet, y nada. Al final concluí que había batido un nuevo récord, jodiendo un kindle apenas una semana después de haberlo recibido. 


Los foros, además, advertían de que el servicio post-venta de Amazon era fantástico. Y vaya si lo era. Les escribí, y a los pocos minutos me llamaron. Les expliqué mi caso, y me pidieron que les enviara el Kindle roto. Ellos me enviaron uno nuevo -que recibí 48h después sin coste alguno- y me reembolsaron el coste del envío por DHL. Es decir, aparte del engorro de ir a enviar un paquete por mensajero, no tuve nada que hacer. Espectacular.


Así que lo primero que hice al recibir mi segundo Kindle -así se llama, Adrian's Second Kindle- fue pedir una fundita de neopreno verde, que ahora llevo a todas partes. He acabado Adland y ya he empezado con Perfect Pitch, un libro de mi admirado Jon Steel. Y tengo pre-reservado el nuevo Dirk Pitt, que aterrizará mágicamente en mi Kindle exactamente dentro de una semana. 
Y huelga decir que coger ahora un tomo de 300 páginas en papel me da una pereza infinita...

4 comentarios:

Hopewell said...

DAMMIT!!!


¿El catalogo de libros en español es interesante? Porque la última vez que mire podias leer El Quijote o Obras Completas de Algun SEñor del siglo PUM que te interesa un huevo... pero nada de literatura de entretenimiento... y mientras sea así, me niego.

adrimedia said...

Pues sinceramente creo que de momento hay poca cosa http://www.amazon.com/s?ie=UTF8&rh=n:283155,k:Spanish,p_n_feature_browse-bin:618073011&page=1

Igual lo suyo es que te pilles un Sony e-reader, que en la casa del libro editan en ese formato. http://www.casadellibro.com/ebooks

Pero vamos, que Stephen King te lo podías leer en inglés ya...

Dammit said...

Subestimas el poder de mi pereza para leer en inglés.

YK said...

La empujadora a ponerte delante de un libro desde pequeñito, está encantada de haber sido la RESPONSABLE de esta 2ª fase en tus modos de leer y ¡mira que me costó, macho! Quien sabe si cuando me jubile a mí también me dará por leer mucho más que ahora (que es poco al año, confieso) y entonces tendrás que ser tú el que me regale el último modelo de e-book. Por cierto, escribo esto porque esta vez es verdad que me gusta tu post, aunque siempre salga mi nombre entre los "gustadores" habituales.