Un finde en la ciudad de las luces y las sombras














Fin de semana en Amsterdam. La ciudad de los canales que no está en Italia, las bicicletas que se entrecruzan con los tranvías, las lumis en el cristal, Van Gogh por aquí y por allá, la planta de la maría por todos sitios, el Ajax y los tulipanes de colorines. Lo que era parte del antiguo reino de Flandes. Qué coño haríamos allí los españolitos, me pregunto yo. Cosas de Felipe II. En fin, Amsterdam.

Era mi tercera vez en la capital de Holanda y tengo que decir que me dejó la misma impresión que las anteriores veces: una ciudad muy bonita que podía estarlo más si le pusiesen un poco de ganas sus habitantes. Aunque posiblemente en el contrapunto entre belleza y oscuridad, entre luz y sombra, se encuentre el encanto de esta ciudad. Quien sabe.

Lo mejor: perderse entre los canales. Lo peor: estar embobado mirando un Van Gogh y escuchar a tu espalda "Paco, mira qué colores más bonicos tié este cuadro". Qué país el nuestro, etcétera.

Pongo un par de fotos testimonio del viaje: una, con la nueva campaña de autobombo de la ciudad "I Amsterdam" (sí, bueno, vale) y otra, con la representación del cuadro de Rembrandt "Ronda de noche" que han hecho en forma de estatuas en la plaza a la que da nombre el pintor holandés.

Y también pongo una de las pocas cosas que compré en el viaje: una reproducción sobre tela del cuadro de los barquitos que pintó Van Gogh. Detalles artísticos aparte, me gusta el cuadro porque me recuerda a Pontejos 3. Y las que saben de lo que hablo, me entienden ferpectamente...

1 comentarios:

concha said...

Aquella reproduccion tenia una mano de barniz por encima que lo hacía parecer un auténtico óleo. A mi me gustaba. Ha desaparecido de la escena con todas las láminas que colgaban de las paredes desde un día que el portero Miguel Angel, cosas de las nomenclaturas, pintó Pontejos 3 de blanco temple y quedó absolutly minimalista. Gracias por "retraerlo" fisica y mentalmente.